viernes, 2 de septiembre de 2011

El Libro Infinito

Esta vez no hago cuentas,
ni miro los números rojos de tus páginas
no corro las comas, ni sumo un solo gesto en el haber,
el saldo está a tu favor, por eso respiro.
Esta vez no acudo a horóscopos ni a posiciones estelares,
dejo que la marea suba y que las olas derrochen su canto
también me dejo acariciar por la brisa de este mar en calma.
Esta vez cierro los ojos, bajo mi cabeza en reverencia,
dejo que me conduzcan como un niño bueno,
sin preguntar por qué o dónde,
le entrego mi néctar a un enjambre para que haga
con él miel o polen.

Esta vez,
libro infinito,
será tu letra
la que imprima el nombre
de mi futuro;
rezaré
porque tu puño guarde
la piel,
de la otra cara
en mi espejo.

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