Culpables
del tiempo transcurrido con esta noción
de lejanía - “principito mío, fragilidad del cielo” - escribía a los 16 y me
enamoraba a la par de “the man who sold the world” sin saber por qué… Y aún no
sé tantas cosas y la mayoría de las cosas que supe se transformaron después en
un barquito de papel que naufragaba en una boca de tormenta, entonces ya no me
fío… Pero me gusta escucharte reir con las coincidencias que advertís siempre
antes que yo (mientras te canto Automatic Imperfection, matan a alguien en Oxford).
Yo no sé si
las cosas son simples, complejas, si hubo elección o si tanto camino recorrido era
parte de un mapa que conducía irremediablemente, al día que te dije: – pongo una canción que me encanta, no
sé por qué me encanta... y volvías a reir.