miércoles, 28 de septiembre de 2011

Seis

Voluntades divinas acunaron al destino:
Zeus hizo tronar el cielo, Poseidón los mares,
Hera nos dio su casa, Deméter su fertilidad,
Hestia la generosidad para pasar primeros y
nosotros, obedientes, acudimos al encuentro.

Nos sanamos con risas y cánticos,
veneramos la amistad,
nos crecieron alas,
dimos frutos en excelencia educativa,
llenamos los bares de madrugada.

Brillamos sin que importara nuestra luz
y a cuántos alumbrara.
Desprevenidos y asegurados
adquirimos fama de pura felicidad,
de compartirnos a bocados el alma.

Nos desparramamos después,
como la misma melodía en cada versión
e imperfectos vamos los seis,
transformados y eternos en el alba:
Jimena, Gonzalo, Josefina, Laura, Fernanda y Fernanda.


de la facultad de Humanidades

domingo, 25 de septiembre de 2011

No sin Ti

(muy domingo para que no estés aquí)


Mis dedos están mudos,
han olvidado todas las lenguas
han negado todos los credos,
han asaltado todos los cerrojos
sin ser llaves,
han perdido la verdad que se desnuda
en el amanecer en busca de una sombra cualquiera.

Mis dedos están huérfanos
de piel y bendición,
de cántaro y de fuente,
han empeñado en el último renglón
la huella que azotó el invierno,
han buscado en saco roto
el timbre de tu voz.

Mis dedos ya no sienten,
se han ido tras de ti
quién sabe dónde,
quién sabe si han sido capaces de encontrarte por allí,
en la distancia inevitable en la que habitas,
vos y tu silencio voraz y racional,
vos y tu silencio al doler de los días.

Tal vez mis dedos estén bebiendo de tu frente
mi sed de ti,
tal vez algunas noches soñando los encuentre
acariciándote la piel y la memoria.
Tal vez en esas mismas noches, mis dedos
exiliados de mí, prófugos, profanos
me confiesen al oído que no quieren volver a verme,
no sin tí.

http://www.youtube.com/watch?v=0kC-qYquGxM&feature=share

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Abrir el corazón entero, como una flor, que no entiende del tiempo pero sí del sol que calienta en primavera. Sin apuro y sin contradicciones.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Me regalas tu silencio. ¿Qué es tu silencio? ¿Qué dice y que calla tu silencio? ¿Otorga? ¿Duda? ¿O es una razón con disimulo de un adiós? Me dejas tu silencio, sin puntos suspensivos y sin comas. Es todo lo que tengo de ti. En definitiva, es nada lo que tengo. Ni suspiros, ni tu voz, ni el calor de tu cuerpo. ¿Dónde estás cuando este amor quiere probarse un traje nuevo? ¿Dónde estás cuando corre el tiempo en su tic tac? Tic – tac, tic- tac… ¿Pasaré de ti? Quiero decir: ¿pasaré de este sueño en que estoy contigo? No quiero pasar de ti, no puedo. Desde aquí te llamo, esperando que oigas mis latidos.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Hoy llueve
y la melancolía se cuela en todas las cosas,
una tostada a medio comer,
mi rostro sin maquillaje ejecutando las tareas cotidianas,
las mismas noticias en el periódico repetidas cada vez:
dos asesinatos, una guerra, otro actor que se separa.

Hoy llueve
y tu sombra me sigue como un perro fiel,
se sienta a mi costado,
me lame los pies y las heridas,
susurra tu silencio, como un eco que no acaba:
silencio, silencio, silencio, silencio.

Hoy llueve
y estoy triste como los tigres del soneto,
como el poema de Hernández, como los versos de Neruda,
mis párpados caen en esta tarde, mi sonrisa cae
como John cayó un 8 de diciembre
may be Im paying the price for throwing the ice in the air.

Hoy llueve,
no puedo mentirte,
tal vez el lago es un océano
y yo caminando sobre esta fina capa de hielo, entre tanta lluvia...

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La cobardía hace la pregunta: ¿es seguro?
La conveniencia hace la pregunta: ¿es política?
La vanidad hace la pregunta: ¿es popular?
Pero la conciencia hace la pregunta: ¿es correcto?

Y llega el momento en que uno debe tomar una posición que no es segura, ni política, ni popular.
Pero uno debe tomarla porque es la correcta.

Martin Luther King

domingo, 11 de septiembre de 2011

Te crees que no estoy pero aquí estoy
te crees que me he ido y no me voy,
fiel como un perro esperando a su dueño
vigilo tus sueños, tus despertares,
sólo para ver, si alguna vez, amaneces conmigo.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Las dos llamas


Se puede ser así: dos. No, no digo que tiene que ser. Ya sé que no sucede casi nunca. A pesar del esfuerzo no sucede. Siempre hay un poco de polvo en los almohadones y entonces uno frunce la nariz y mira hacia otro lado. O no hay polvo y se miran entre sí pero pasa esa cosa de los vidrios. Sí, los vidrios que se ponen ahí, en el medio. Porque esos vidrios están, se nota por el frío.

Pero quiero decir que algunos pueden. No he visto a muchos. Es cierto. Pero un par de pares existen. Y apenas uno los ve, los envidia. Pero sanamente che, no vayas a creer que soy capaz de ser el vidrio. Cuando los ves te pasa eso de la esperanza. Parece que es verdad que no se pierde. Así dice el dicho. Yo pensé que la había perdido, mirá...

No te imaginas cómo se les nota. No sé dónde se les nota, eso no te lo puedo decir. Pero te juro que si los ves también lo notarías. Y te pondrías contento como yo. Entonces mi conclusión es que si ellos pueden, yo también puedo. Vos pensarías lo mismo. Ya sé que a veces me pica la nariz, son los almohadones. Por eso me doy vuelta. Y al vidrio nunca lo ví. Pude tocar y hacer el amor y todas esas cosas, como Dios manda y no había ningún vidrio. No me arrepiento, eh. No tengo de qué quejarme. Además hay ratos donde casi. Uno se acostumbra. Pero si me decís que se puede. Bah! Vos decís porque los viste. El problema es el fuego. No me preguntes que tiene que ver el fuego con esto. Deberías darte cuenta ya. Eso de que una cosa es verlo y otra, quemarse. Espero que me vayas agarrando la metáfora. Porque yo no te veo muy acompañado que digamos. Quiero decir que siempre hay alguien pero sabes muy bien de qué te hablo.

Tampoco tengo la más mínima idea. Tal vez el problema es ese. Puede pasar caminando por al lado y uno con los ojos cerrados frunciendo la nariz por el polvo. A veces pienso eso del vidrio también, viste. Es raro. Ya cumplí los 30. O está muy lejos y tiene que venir de quién sabe dónde o es que el vidrio no se mete en el medio. El vidrio es uno. Tendríamos que saberlo che. Sobre todo hoy que vi a esos dos. Tal vez no seas vos, ni yo. Tal vez el vidrio lo tenía el otro, entonces tampoco…

Dejame nomás con esta alegría. Mañana seguimos hablando. Que por más que le saquemos punta… Por el fuego entendés. Vámonos a dormir rápido. Quién te dice que en una de esas, antes de lo que cante un gallo, vos y yo nos quemamos.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Sé quién soy yo sin ti, pero en días como hoy
daría cualquier cosa por saber quién soy yo contigo.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Ítaca

Otra vez septiembre,
en el sur, otra vez primavera
y en mi calendario, una nueva víspera
de mi entrada al mundo.
La espiral cíclica del fin del invierno,
los ancestros y los sucesores
de mis genes llaman,
en mi sangre a todos los dioses.
El madero, la cerilla, el fuego,
el viento, las cenizas, el abono de la tierra,
el agua, el árbol, la rama, el madero…
Todo contenido en un instante de luz,
en un relámpago.
Caen mis parpados esta noche
como una pesada antorcha sacudida
por el cielo.
Si entro en el abismo fantasmal del sueño
el feroz Posidón no podrá encontrarme,
mi conjuro sólo lleva una gota de tinta de tu aliento
y una nota que susurra: “recuéstate en mi lecho”.



del poema de Kavafís

"Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

El Libro Infinito

Esta vez no hago cuentas,
ni miro los números rojos de tus páginas
no corro las comas, ni sumo un solo gesto en el haber,
el saldo está a tu favor, por eso respiro.
Esta vez no acudo a horóscopos ni a posiciones estelares,
dejo que la marea suba y que las olas derrochen su canto
también me dejo acariciar por la brisa de este mar en calma.
Esta vez cierro los ojos, bajo mi cabeza en reverencia,
dejo que me conduzcan como un niño bueno,
sin preguntar por qué o dónde,
le entrego mi néctar a un enjambre para que haga
con él miel o polen.

Esta vez,
libro infinito,
será tu letra
la que imprima el nombre
de mi futuro;
rezaré
porque tu puño guarde
la piel,
de la otra cara
en mi espejo.