sábado, 21 de febrero de 2015

miércoles, 18 de febrero de 2015

SI QUIERES CAMBIAR EL MUNDO, AMA A UN HOMBRE.

Si quieres cambiar el mundo, ama a un hombre, ámalo realmente.
Encuentra a aquél cuyos ojos son como flameantes soles
que te hicieron apartar la mirada la primera vez,
que te atraviesan,
que te dejan ciega a todo menos al momento,
fundiéndote en un charco de suave luz pastel,
aunque te estremezcas con el color, rosa.
El que detiene tu pensamiento,
que hace que tus pestañas revoloteen,
y la sangre corra en tus mejillas.
El que es lento para tomar la palabra,
cuya sonrisa es como una flauta,
que convoca canciones de abejas,
canciones que florecen y cantos matutinos de pájaros
con su escucha.
El caído del cielo con la marca en la espalda
de donde perdió sus plumas por volar demasiado cerca de una estrella.
El roto en busca de sus alas,
que te cuenta la historia de cómo hacer fuego.

Si quieres cambiar el mundo,
ama a un hombre
más allá de su miedo a ser quemado.
Más allá de la falta de perdón y de los muros que has construido para proteger tu soberanía y el anonimato.
Ámalo más allá de las viejas heridas y mentiras
que creíste que eran verdaderas,
el agujero en tu corazón por un padre ausente,
la cicatriz que los ladrones dejaron en tu flor sagrada.
Más allá de las vidas pasadas y la memoria
que mantienes como un altar a la traición,
cuando caíste de rodillas en las cenizas de tu pueblo
y el amor se convirtió en un campo de huesos.
Levanta tu rostro ensombrecido y mira de frente al que tienes delante de ti.
Toma su mano y permítele elevarse hasta tus pies.
Confía en él para abrazarte mientras tiemblas y lloras en sus brazos por todo lo que se ha perdido y es encontrado en este instante santo.

Si quieres cambiar el mundo,
ama a un hombre,
más allá de tu falta de fe
y tu odio secreto a la humanidad.
Más allá de todo tu juicio y de tu proyección autosuficiente.
La piedra en tu corazón es tan antigua
como la idea de que había que negar su existencia
para conocer tu poder.
No sois menos Dios de lo que nunca fuisteis
El hombre no es más culpable de lo que la mujer es inocente.
Ámalo por soportar la carga del deseo en su sexo de modo que tu templo pueda permanecer completo en si mismo.
por asumir el aspecto escindido de la mente que pareció abandonar la unidad de los cielos para que puedas conocer la alegría de su extensión.
Ama la raíz extática, primal
castrada por la religión como el origen de todos los males
El canal de impulso creador divino
Que despierta las semillas de la vida, la muerte y el nacimiento
desde el vientre de espacio y tiempo.
Ama al humilde guardián y guerrero
El hombre ha sido de la mujer
aun cuando él la caza
incluso en su impulso hacia la autogratificación
que en última instancia es el portal a la unión del alma.
Ama al violador que sostiene el espejo
a todo lo que has repudiado dentro de ti misma
de modo que tu deseo, tu impulso creativo pueda ser liberado
de las cadenas de la separación, la falta y la culpa
y puedas finalmente confiar en Ti misma.

Si quieres cambiar el mundo, ama a un hombre
en toda su naturaleza animal instintiva
en toda su hambre y devoción a la belleza.
Ámalo más allá de tu vanidad y arrogancia
tu dorada posesividad y necesidad de ser especial
más allá de tus muy pensadas condiciones de seguridad y de todos tus conceptos de cómo debe ser un hombre en una relación.
Ámalo más allá de tu rabia por no salirte con la tuya,
más allá de tu terror de no saber o estar en control.
Ámalo en su incesante búsqueda
de penetrar en los más profundos santuarios dentro de ti,
que mantienen el caos de tus más fuertes emociones
tus secretos cuidadosamente guardados de separación entre luz y oscuridad, virgen y prostituta, hombre y mujer, espíritu y forma.
Ámalo por abrir la puerta a la sensualidad,
a tu ser primordial que está más allá de la dualidad,
por ligarte al placer
aun cuando el aire se cierre entorno vuestro
aun cuando se retuercen con locura
maldiciendo su encarnación como el enemigo
aun cuando te contraes y arañas
llorando de desesperación, qué gozo trae.
Ámalo por no ceder
a tu resistencia a rendirte
de pie en su poder masculino
aun cuando lo amenazas con destruirlo.

Si quieres cambiar el mundo,
ama a tu hombre por dejarte vivir su propósito,
ya sea por un día, una semana, meses o años.
Ámalo por romper su propio corazón una y otra vez
Por la celebración de la tensión y el equilibrio
de polaridad e intimidad, de distancia y cercanía.
Ama su necesidad de silencio y de consuelo,
por mantener algo de su misterio para si mismo.
No es que él tiene algo que ocultar
Sino que así siempre tendrás sorpresas!
Ama su naturaleza evolutiva,
que busca nuevas experiencias
que nunca puede estar satisfecha
por su curiosidad sin límites
que si se le permite ser libre
podría ser tu propia liberación
de la complacencia.
Ámalo por brillar de manera independiente
desde el trono de su propia majestad,
por no necesitar, pero por elegirte
desde un lugar de conocer su magnificencia.
Ámalo por ser tu paciente dirección y destino,
por devolverte tu propio brillo
a través de la noche oscura
por ayudarte a recordar
la única relación que has tenido y tratado de olvidar.
Por traerte a ese vulnerable, indefenso
permanente lugar de la rendición
al que has temido y has esperado durante toda tu vida
donde puedes finalmente ser consumida por el amor
donde realmente puedes ser reclamada por Dios.
Lisa Citore.

martes, 17 de febrero de 2015

Las cosas que amo no se terminan. Yo no sé terminar bien con lo que amo, no es digno. Final y amor no se conjugan en la misma oración. Si terminamos y te amo, que termine mal. Que termine bien mal, que haya estruendos, explosiones, estallidos, que haya ruido a que hubo algo que valió la pena. Al menos la pena de un final.
Que con finales buenos sólo terminan las historias insulsas, las que tienen gustito a poco, a susurrito, a algo leve. Que lindo fue conocerte, chau, nos vemos algún día... - sencillo, desabrido, galletitas sin sal. Completamente dietéticas y aptas para gente con retención de líquidos pero insulsas.
Yo AMO de verdad. Y si te amo de verdad y termina, que termine mal. Caso contrario, que vuelva a empezar.
Rezo bajito.

viernes, 6 de febrero de 2015

SI QUIERES CAMBIAR EL MUNDO, AMA A UNA MUJER….

Si quieres cambiar el mundo, ama a una mujer, realmente ámala.
Encuentra la que llama a tu alma, la que no tiene sentido.
Arroja tu lista de cualidades y pon tu oído en su corazón, y escucha.
Escucha los nombres, los rezos, las canciones de cada cosa viva, de cada ser alado, peludo, con escamas, de cada ser de bajo tierra, bajo agua, de cada ser verde y floreciente, de cada ser aún no nacido, de cada ser que está muriendo….
Escucha las alabanzas melancólicas volviendo al Uno que le dieron vida.
Si todavía no has oído tu propio nombre, es porque no has escuchado suficiente.
Si tus ojos no se han llenado de lágrimas, si no has caído a sus pies en reverencia, si no te has ni siquiera acongojado habiéndola casi perdido.

Si quieres cambiar el mundo, ama a una mujer.
Una mujer más allá de ti mismo, más allá del deseo y la razón, más allá de tus preferencias masculinas de juventud, belleza y variedad
y todos tus conceptos superficiales de libertad.
Nos hemos dado muchas elecciones
nos hemos olvidado de que la liberación verdadera
viene de pararse en medio del fuego del alma
y quemarse en medio de nuestra resistencia al Amor.
Solamente hay una Diosa. Mira en el interior de Sus ojos y ve, realmente ve si ella es la que trae el eje a tu cabeza. Si no, márchate.
Ahora mismo. No pierdas el tiempo “intentando”.
Sabe que tu decisión no tiene nada que ver con ella, porque en última instancia, no es con quién, sino cuándo eliges rendirte.

Si quieres cambiar el mundo, ama a una mujer.
Amala de por vida, más allá de tu miedo a la muerte,
más allá de tu miedo a ser manipulado por la Madre dentro de tu cabeza.
No le digas que estás dispuesto a morir por ella. Di que estás dispuesto a VIVIR con ella, planta árboles con ella y míralos crecer.
Sé su héroe diciéndole cuán hermosa es en su vulnerable majestad,
ayudándola a recordar cada día que ella ES Diosa a través de tu adoración y devoción.

Si quieres cambiar el mundo, ama a una mujer en todas sus caras, a través de todas sus estaciones
y ella te va a curar de tu esquizofrenia, tu doble mentalidad, y tu corazón a medias
que mantiene tu cuerpo y tu Espíritu separados, que te mantiene solo y siempre buscando fuera de tu Yo algo que haga que tu vida valga la pena de ser vivida.
Siempre va a haber otra mujer.
Pronto la nueva y brillante se va a convertir en la vieja aburrida y nuevamente te harás incansable, negociando con mujeres como si fueran coches, comerciando en la Diosa en busca del último objeto de tu deseo.
El hombre no necesita más elecciones. Lo que el hombre necesita es Mujer, el Camino de lo Femenino, de la Paciencia y la Compasión, no buscar, no hacer, respirar y hundir profundas raíces entrelazadas suficientemente fuertes para sostener la Tierra unida mientras ella se sacude el cemento y el acero de su piel.

Si quieres cambiar el mundo, ama a una mujer, sólo a una mujer.
Ámala y protégela como si fuera el último cáliz sagrado. Ámala a través de su miedo al abandono, que ella ha estado sosteniendo para toda la humanidad. No, la herida no es de ella para que la cure sola.
No, ella no es débil en su co-dependencia.
Si quieres cambiar el mundo, ama a una mujer durante todo el camino hasta que ella crea en ti, hasta que sus instintos, sus visiones, su voz, su arte, su pasión, su desenfreno retornen a ella, hasta que ella sea una fuerza de amor más poderosa que todos los demonios políticos de los media que quieren devaluarla y destruírla.
Si quieres cambiar el mundo, deja caer tus causas, tus armas y tus signos de protesta. Deja caer tu guerra interna, tu rabia justiciera, y ama a una mujer, más allá de tus esfuerzos hacia la grandeza, más allá de tu búsqueda de la iluminación.
El santo grial está delante de ti, sólo con que la tomes en tus brazos y dejes ir la búsqueda de cualquier cosa que esté más allá de esta intimidad.
Qué pasaría si la Paz es un sueño que sólo puede ser recordado a través del corazón de una Mujer?
Qué si el amor de un hombre por Mujer, el Camino de lo Femenino, es la llave para abrir Su corazón?

Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer
Hasta lo más profundo de tu sombra, hasta las mayores alturas de tu Ser, de retorno al Jardín donde la encontraste por primera vez, a la puerta del reino del arco iris donde caminan juntos como Luz, como Uno, hacia el punto de no retorno, al final y al principio de una nueva Tierra.

Poema de Lisa Citore.
Traducido por Alana Messineo.

martes, 3 de febrero de 2015

Una sombra solitaria como yo, ahí, del otro lado, inventando tareas domésticas, prolongando el tiempo, buscando cosas que llevamos de un sitio a otro. Sólo un contorno, una cara que casi no miré, entre risas, de apuro, hace menos de un año. Una nada, una nadita, limpiando por tercera vez lo mismo. Prendemos la luz, apagamos la luz. Algo así. Si no se entiende hacia afuera, mejor. Si se entiende hacia adentro, mejor. Rezo bajito.