lunes, 17 de agosto de 2009

La noche reserva tu mirada en el hastío
y mi cuerpo, tu mano en otro cuerpo
y tu voz nítida en el recuerdo flota en un lapso
de presente estéril.

Ni la ausencia te suplanta corporeo e invisible
ni la presencia de otros fuegos me aparta de tu imagen
y en cada soledad te espero sola y en cada compañia
y cada nueva historia cae atrás de tus verdades.

Pero no te creo si caes rendido y fácil, aunque quiero,
y con vos, el mejor y el peor que has sido junto.
De lo que siento no dudo y cura inmediata no tengo
y el dolor me sobra irredustible y saciado de doler.

Lo que "debiera" no trasciende, ni me cambia
y siguen siendo pocos los soles de arco iris en el tiempo
porque me quedé de este lado de la puerta
esperándote sin máscaras, sin Dios, sin defensas...

Si te fuiste lejos, distancia justa de una estrella
que en vez de vertical se hace horizontal por la tierra
y abandona el cielo por el suelo que pisaste
y toma brillo en la ruta del oriente.

No te perdí en lo inmenso, te perdì en lo tactil
y duermo cada noche soñándote sin principio y sin final.

No tiene fecha pero a juzgar por la prolijidad de mi letra debo haberlo escrito en la adolescencia.

sábado, 8 de agosto de 2009

Escrito en el año 1996, pasa el tiempo

Tocar tu alma desde el fondo de mi alma
y contagiarme de esa felicidad que te conozco,
acurrucado junto a mi como si tuvieras miedo
te nombro desde la nada que aún existe
para que consueles mi tristeza entre tus brazos.
Sólo a tu lado puede ir muriendo mi nostalgia
si de enamorarte, enamorarte quiero;
besarte con el cuerpo y aún más lejos, como si tuvieramos miedo;
protegerte de los fuegos del destino
para que sigas siendo toda esencia.
Quiero un poco de tu risa y de tu alma
para florecer en las raices de tus ojos
en un crepúsculo más feliz que el del naufragio.
Tocar tu alma desde el fondo de mi alma,
súbitamente ricos desde acariciarnos y aún, más lejos
saciarnos del todo que el amor existe;
vos, con un poco de esa tristeza que te falta y que me sobra,
yo, con tu toque de alegría.
Encontrarte y encontrarnos, infinitos,
como si tuvieramos miedo...
... de perdernos.