miércoles, 13 de mayo de 2009

Así fue como pasó,
como llegó,
como se fue,
como si nada.

Sin miedo,
sin volver el mundo de mil colores,
sin sangre agazapada en las venas,
sin aire estampado en la fruta seca de Adán,
sin cuentagotas
ni cosquillas en el alma;
ni fuego arrazador
ni abrazos.

Así fue como pasó,
como llegó,
como se fue
(de no ser porque lo escribo
testimonio que lo escribo)
como si nada.

martes, 5 de mayo de 2009

Biografía y Epitafio

Colgando de la pendiente de mi ojo, ruborizada
y como pidiéndome permiso, como no atreviéndose,
se queda ahí inmovil
no se anima a caer y a perderse en mi mejilla,
se cree cobarde, tonta, inútil,
se juzga constantemente y no respira.
Prepara su esencia de sal para su último momento
y con el dolor oprimido, oprimiéndola,
estira la pierna en un impulso decisivo.

Puede parecer de pronto que se ha arrepentido,
porque la veo todavía inutilmente aferrada a una pestaña.
Quiero evitarle el final, pero ya es inútil
el salto mortal fue su destino
y ahora resbala lentamente perdiéndose en cada poro,
hasta estamparse en el suelo
y morir redonda y frágil
con resonante eco de ausencias,
hasta evaporarse en el aire y descender al infierno.
Mi lágrima suicida dispara el llanto
(o sea el genocidio de otras mil lágrimas más, decididas).