lunes, 29 de marzo de 2010

Algo así será ...

Ella camina por la calle en dirección este. Él camina por la misma calle, en dirección contraria.
Ella ha salido del trabajo y busca un par nuevo de zapatos; él, está haciendo tediosos trámites.
Ella viste jean y camisa blanca; él ni lo advierte.
Ella distingue su look informal entre la gente, apenas levanta la mirada. Él mira fijo a sus ojos. Ella pasa de la remera a los ojos de él, y también lo mira.
Dura un instante...
Él tiene paso apurado.

- Aún no saben que esos segundos han sido escritos hace años... y que no fue casual la mancha del pantalón que la obligó a demorarse en su casa, ni el vencimiento de ese impuesto traspapelado y encontrado hace media hora -.

Bien podría haber sido en otro lugar y otra circunstancia ese primer encuentro y los siguientes. Bien podrían no advertir, de inmediato, tantas coincidencias...

sábado, 20 de marzo de 2010

Reivindacion del Chamuyo (del soborno de los Hombres Sensibles del Barrio de Flores)

A punta de puñal, como quien quiere quitarme para siempre de encima sus gélidas manos, los Hombres Sensibles del Barrio de Flores me han pedido, sobornado, sugerido y solicitado que esconda tan delirante y delicado impulso brujeril. Han gritado a voz quebrada: señorita!... y yo, que a veces entiendo, no he necesitado más palabras.

Y en nombre de ellos, esta reivindación del chamuyo que viene a asentir a todos los hombres, que en su intento siempre dificil de acercarse a una dama, intentan una conversación que al menos no empieza con "quiero llevarla a mi cama". Agradecida, escribo esta declaración:

"Cuando ustedes se acercan... la mujer sensible - porque no sólo de Hombres Sensibles está hecho el mundo - que hasta las psicólogas llevamos adentro, sonrie, cruza los dedos y espera.

Y si olemos misterio, buen porte, gusto por las cosas que nos gustan y eso que no se explica pero que está, nos quedamos ahi escuchàndolos. Escuchar que es una manera de decir, porque en realidad, nos quedamos soñando. Y si usted no es azul, mejor porque el azul destiñe, puede parecerse igual, en su propia forma, a ese principe de cuento que nos contaban las abuelas.

Entonces caballerosamente, digan lo que les salga y no se preocupen, que si no va la primera, brindamos por la segunda. No hay palabras equivocadas... algunos conjuros sólo los define el instante en que deciden y decidimos, mirarnos a los ojos una vez más.

No hay precio que pague el volver a creer, aún cuando lo que quede después, sea despertar del sueño".

miércoles, 10 de marzo de 2010

Si alguna vez se le ocurre chamullar a un psicologo... no diga

Si alguna vez señor, señora, vecino, vecina, caballero, amiga, amigo... si alguna vez usted se cruza con un PSICOLOGO/A y esta persona le resulta atractiva para una vida, para una noche, para un momento o para 5 minutos... no resuelva hacer lo que aquellos que por el mero hecho de hablar comienzan involucrando la profesión del susodicho en esos primeros comentarios de acercamiento.

Si hay algo que odiamos los psicólogos son estas palabras:

" - yo en los psicologos no creo..."
Nos encantaría responder: - jajaja yo no creo en las brujas sin embargo doy fe de que existo, ¿querés ver cómo me hago humo?

"- yo jamas iria al psicologo..."
Mirá que interesante... con tu pensamiento si lo nuestro da para más, nos cagamos de hambre, así que espero que ganes lo suficiente para mantenerme.

"- decimelo vos a eso, ya que sos psicologa"
Quiromancia, tarot y adivinación son las materias estructurales de la carrera... pero hoy la bola te la llevaste vos ¿o se te hinchó algo ahí abajo?

"- deja de analizar... psicologa!"
1, 2, 3, 4 inspiro: no hace falta, lo tuyo salta a la vista.

O peor si nos dicen "ya que sos psicologa/o..." (el espectro va desde el mambo con la ex hasta la justificación de los defectos que nos gustaría encontrar más tarde, si el flaco estaba bueno) y te tiran un bardo arriba totalmente fuera de lugar. Loco... trabajo de esto, pará un poquito sabés!

O te tiran el bardo así de una, sin anestesia: "- que linda estas, me parece que te conozco de algún lado, que haces?" - mmmm... (lo pensás porque sabés que pueden ser 9 letras letales), soy psicologa. Y viene el vómito... ¡¡¡puaj!!! Al terminar te dicen: "- ay! te conte esto, nunca fui al psicologo y mirá... te termino contando todo a vos, je je cuanto cobras?". Deberiamos responderle: por la consulta 60 pesos, por lo desubicado del lugar 100, por tirarle tus quilombos arriba a una persona sin siquiera preguntarle si los quería agarrar, otros 100 y por creer que asi me vas a chamullar $ 1000, ¡nabo!

Pero bueno optamos por dar media vuelta, con nuestra cara compasiva de psicólogos, apenas podemos zafar...