martes, 11 de enero de 2011

Libro

Finalizado el primer capítulo: La decisión (por Franck), he comenzado a escribir el segundo. Viene lento pero viene.
Copio una pequeña parte, un parrafo. Lo msimo haré con cada uno de los capítulos siguientes. Espero que los deje con ganas de más.


- Con muchos revisores – concluyeron - corremos el riesgo de convertirnos en un gobierno administrativo y burocrático que brinda soluciones cuando los problemas se han resuelto por sí mismos, en las espaldas de los damnificados que son los que corren siempre con la premura de la necesidad. O aún cuando los problemas han tomado tal envergadura que resulta difícil utilizar el criterio del mal menor porque el mal ha crecido a causa de nuestra demora. Los que formamos parte de este grupo confiamos en que cada uno será su propio revisor de prácticas y teorías, su propio pacificador ante las crisis y su propio estratega. Por lo demás, con uno solo que le confiera a nuestros proyectos el estudio suficiente que nos ayude a tomar las decisiones con el menor riesgo posible, bastará para que sigamos funcionando. Sin embargo el puesto de Revisor irá a consenso y elección de sus pares tras una evaluación de 180° que los mismos postulantes construirán, debiendo responder de manera excelente las preguntas que ellos mismos formulasen. Tal elección se realizará periódicamente, cada dos años. Existirá además una cláusula inexpugnable: de acuerdo o no con lo que haya hecho su antecesor, quien ocupe el puesto deberá proponer mejoras pero nunca suplantar modelos de acción, salvo que el 85% por ciento del Grupo de los 100 acuerde con que es el mejor camino a tomar.

lunes, 3 de enero de 2011

entre NUCLEOS y SUBJETIVIDADES

Empecé con besos,
reí con ganas,
los espejos se velaron,
un buen augurio de impasse
en el mismo escote,
una tregua hasta la próxima estación.
Amar, temer, partir
oyuelos en tu mirada.
Un reivindicador de alquimias,
que escribe lo que ignora.
Entre núcleos y subjetividades
se va tejiendo la trama,
una vez más.


Sepa perdonar si no me veo tentada a cumplir con los derechos, deberes y obligaciones de una reina. En definitiva, usted tiene razón: "Cada lágrima derramada es un cataclismo que sacude los mismos cimientos sobre los que se apoya este inestable universo. Pero cada sonrisa logra resignificarlo." Y además un príncipe sabe descubrir a una reina detrás de cualquier harapo.