viernes, 26 de agosto de 2011

Coincidir no es una ventaja que pueda inventarse,
sucede o no sucede como las tormentas eléctricas,
como las flores que se abren en primavera.
Está la lluvia y está el rayo, los pimpollos y el sol,
los puentes, mi doppelgänger, las águilas bicéfalas,
una bitácora, tu clan de caballeros, los mismos sueños,
una poesía, una palabra, una canción…
Soy la cuerda corriendo en paralelo por el mástil,
la sobremesa familiar, el ojal de tu camisa,
la línea superior de la palma de tu mano,
Machado de rodillas,
buscas como un naufrago, como he buscado yo.
Te lo pediré mil veces: invéntate una excusa,
llega hasta mí y detente, ve bajar la marea, siente,
coincidir no puede inventarse...
y aún no sabes quién eres en mi orilla.

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