jueves, 8 de julio de 2010

Se ha ido la musa de la inspiración
a tomar otra copa de vino,
a embriagarse en la resignación
de dar perdido por perdido.

Fue buscando un humilde rincón
donde abrazar a su hermana, la duda;
buscando una sola razón
que no sea del egoismo, su viuda.

Salió de su sino una oración
que hace alarde de tonta poesía,
juega sola con el corazón
en una piesa con camas vacías.

Sembró, a la vera del cielo, un tacón
y dos agujas de hechicería.
Volvió del infierno un tal Judas, matón,
a remendar las viejas heridas.

Si hay rima, es por casualidad
¿quién no pierde en el maso una jota?,
las ilusiones de la dualidad
se vuelven un roto de rota.

Los atajos de la incomprensión
le tendieron una salvedad:
volverá la inspiración
cuando brinde con la soledad.

No hay comentarios: