En mi barrio las calles eran de tierra y todos los vecinos éramos amigos y nos juntábamos a jugar a cualquier hora, bastaba con salir de casa y ver el juego de turno.
Mi mejor amiga de entonces, era una chica del barrio y decíamos ser hermanas del alma y salíamos a pasear por la cuadra con los coches y las muñecas. En la esquina había una veterinaria con pájaros exóticos y adiestrados, por lo que estaban sueltos y uno los veia ir de una estante a otro.
Una vez al mediodía papá pasó con su auto (y habìa que estar en casa a la hora del almuerzo) así que salí corriendo para que lleguemos juntos ya que había salido a comprar el pan. Uno de esos pájaros exóticos (era negro y de pico naranja) me vio pasar corriendo, "desesperada" por llegar a horario y salió tras de mi. Olvidó que estaba adiestrado, me picó la cabeza, caí al suelo, sobre el pan. Me lastimé las rodillas y sentí lo que deben sentir los árboles cuando los pájaros carpinteros quieren hacer su casa.
Por supuesto que llegué tarde, sin pan, golpeada y sucia a casa.
Ese es mi barrio... todavía paso por la que fue mi casa y siento el mismo olor... ¿esto será nostalgia o melancolía? Son las virtudes de la memoria.
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