martes, 29 de julio de 2008

La salida

Es una pena seguir penando por vos
Que no valés la pena.
Por eso salgo al aire
Intentando respirar sin respirarte
Sin que las contradicciones
Mientan tu interés,
Tu casi amor, tu casi huida.

Todo en vos es lo que no es,
Los logros del pasado y su renuncia,
La risa con la que vas riendo
Del orgullo de haber perdido
Porque tenías decidido perder
Y no arriesgarte
Y no salvarte
Y no vivir.
Con esa sobremuerte que llevás como estandarte
De esa sobreviva, casi vida, casi nada
Que prueba que estuviste en ningún lugar y para nadie.

El renunciador, el cobarde,
El ponderado chico bien, el moralista,
El que huye de sí con otro nombre
Cuyo aliado es el olvido.
Pero no se olvidan de vos todos los caídos
Aunque sigas adelante.

Es una pena seguir penando por vos,
Con los sobrados motivos de saber:
Que no valés la pena.

1 comentario:

El_Negro dijo...

Durísima...ese tipo si que te hizo mal........pero no vale la pena......ni siquiera una estrofa.