No he muerto por nadie.
A veces me pregunto si mi problema no es ese:
no haber muerto por nadie,
haber pasado de todo.
Quien ha pasado de mi ha tocado lo impenetrable,
las muñecas rusas: miles que se abren de golpe
y diez que no se han abierto jamás.
Cuando estés aquí no creerás que también de ti, podré pasar.
Me iré con Rocamadour a Montevideo, saldré a recorrer el mundo
o caeré en el fondo del Sena y como una flor japonesa,
comenzarán a brotar mis pétalos en otros brazos.
No he muerto por nadie,
a veces me pregunto si mi problema no es ese:
que nadie me haya matado de amor….
lo suficiente, para quedarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario