Hoy se contactaron conmigo dos alumnos de la Universidad Nacional de Córdoba, pidiéndome si podía mandarles una copia de mi tesis de grado, porque era el precendente que más se ajustada, a la que ellos están haciendo y la facultad de Psicología que es la que debería habérselas facilitado, está mudando su biblioteca quién sabe a dónde. Tal vez ellos lo saben, yo no les pregunté.
Me puse a buscar la tesis y a pensar en mi y en la elección del tema de la misma y en el postgrado que ya había comenzado a cursar en aquel momento y en cómo habian cambiado mis opiniones y mis gustos a medida que avanzaba en la carrera. Miro para atrás, ME miro para atrás y veo a una persona tan distinta a esta que soy ahora y sin embargo algo de aquella convive hoy conmigo y se refleja en el mismo espejo y se pone los mismos zapatos. Me pregunté qué tengo en común con todas las Fernandas que he sido y en la tesis encontré la respuesta. Pero voy a poner un poco más de suspenso...
- Durante la carrera fui alumna honorable de cuanta materia psicoanalítica y lacaniana pase por mi libreta pero no en pos de la honorabilidad ni de las notas sino de la pasión que me producía comprender lo complicado, ingresar a los laberintos teóricos de mentes encumbradas capaces de retorcer al máximo la mínima expresión de los deseos, como por ejemplo el de soñar con un niño jugando o con un tren partiendo hacia otra estación. Me pasaba horas leyendo sin haber sido nunca muy devota a los métodos y lo cierto es que lo hacía por el puro disfrute de saber y jugar a predecir qué vendría después.
Un día me di cuenta que después de tanta especulación mental, que me divertía, no venía nada. Como ver "Titanic" después de escuchar durante 8 meses lo buena que está la película y cuando la ves decis: - ah... - Tanta preparación del banquete y cuando destapan la fuente, una sola arvejita saludando ahi en el centro. Y uno salivando como si fuera a probar el manjar de los manjares.
Y así, sobre finales de cuarto año de la carrera, decidí que nunca sería psicoanalista. Y de la misma manera en que doy dos manos si me piden una, soy capaz de dar media vuelta o un cuarto de vuelta o hacer un paso al costado y seguir otro camino. Con el toque de tristeza que producen tal vez las despedidas pero sin arrepentimientos ni dudas. - Mientras dudo me quedó ahí, aún sin decir palabra - No sabía hacia dónde ir, sin embargo no me sentía perdida. Perdido es andar por caminos que no nos corresponden cuando ya somos concientes de que no nos corresponden. Frente a la nada y el vacío siempre hay algo que surge, que emerge y así fue.
Comencé a estudiar Gestalt, me anoté en un postgrado que me recomendaron las tres personas a las que les pregunté y asumí el compromiso de tres años y medio de cursado samanal, sólo por intuir que la Gestalt podia ser para mi y sin el apoyo económico de mi familia, que me dijo "querida, eso ya corre por tu cuenta". En ocasiones suelo ser impulsiva, cuando el pálpito está y sólo de mi depende: allá voy. Y sólo conocía de Gestalt una técnica que hicimos en la facultad ese año de la carrera, una técnica que me impactó. Consistía en hacer "una lista de 5 items de cosas que no podíamos" empezando la oración con el artículo "yo", obvio que en el ámbito de una facultad de psicología uno no escribe cosas como - yo no puedo volar como un pájaro. Luego debíamos leer en voz alta las oraciones. Y después, teníamos que cambiar el "no puedo" por el "no quiero" y ver qué nos pasaba. Incluso se puede utilizar el mismo ejemplo - yo no quiero volar como un pájaro. El docente me dijo: ¿Fernanda cómo le fue con el ejercicio? ¿usted no puede o no quiere volar como un pájaro? Y yo, porfiada como soy, por más que muchas veces sonrío y no discuto (ni discuto ni acato), le contesté: - yo quiero pero no puedo. Respondió, por supuesto que puede, vaya a un edificio bien alto párese en la corniza de la terraza y va a ver cómo puede volar como un pájaro hasta el piso. Le respondí - sí, pero me estrello contra el suelo. Me respondió DECISIÓN Y CONSECUENCIA van siempre juntas, no puede tomar una sin tomar la otra y volvió a preguntarme: - usted no puede volar como un pájaro o no quiere? - No quiero, respondí.
Esto es todo lo que sabía de la Gestalt, ni los 25 tomos de Freud, me habían sorprendido de esa manera... lo simple, lo simple, lo simple, lo simple me dije - es lo que más me conmueve. Y yo estaba dispuesta a dejarme conmover, ya no mentalmente sino emocionalmente, y así fue. Empecé a transitar el camino de lo obvio, a conocer como se conjugan los opuestos sin pelear por cuál es mejor que el otro - el día y la noche, el hambre y la saciedad -, a escuchar sobre filosofia existencial y el aqui y el ahora como lo único que importa, lo único que hay, lo único que cuenta. Y que cuando uno está en consonancia con el hoy, cuando hoy es totalmente fiel a sí mismo, a lo que quiere hacer, a lo que siente y cuando egoístamente le da a los demás lo que quiere darles; eso es lo adecuado y lo sano, y lo natural, y lo espontáneo. Y es lo mejor que podemos dar si queremos estar bien en el minuto siguiente. Porque lo adecuado está ahí, disponible. Sin declarar por esto un anarquismo de los sentidos y las costumbres. La amé, lloré con ella, transpiré, puteé, di patadas, puñetes, gritos, me reí a carcajadas, me aburri, la conocí a fondo y volví a sorprenderme...
Y saben sobre qué tema es la tesis? Una parametrización bibliométrica de la bibliografìa Gestáltica. Buscar teoría en Gestalt es como ponerle perfume a un zorrino. Gestalt! que es experiencial, que se apoya en las nociones de la física cuántica y del budismo Zen y de la singularidad de lo que cada uno es como individuo. La psicología tiene poca producción cientifica en relación a otras ciencias y la Gestalt, ni hablar. Con suerte su precursor, Frederick Perls, ha escrito 4 libros que empiezan o terminan con la oración gestáltica (Yo soy yo y tu eres tú. No estoy en este mundo para cumplir con tus expectativas, ni tu estás en este mundo para satisfacer mis expectativas. Si nos encontramos será hermoso y si no, no habrá remedio). Los resultados fueron evidentes, a juzgar por la teoría, la gestalt es una ciencia pobre. Pero el último parrafo de mi tesis dice, textualmente:
"Sin embargo, a pesar de su poca producción científica, la Terapia Gestáltica se ha ido expandiendo y hoy, 29 países investigan y publican sobre la misma. Su alcance a nivel académico ha sido considerable ya que forma parte de los planes de estudio de las universidades más prestigiosas; y se la toma como referencia en diversas investigaciones. Como dato complementario, cabe mencionar que a partir de la información obtenida en Internet se ha observado que el número de institutos y practicantes de Terapia Gestáltica en el mundo va en aumento y de manera expansiva, sin guardar relación con la comunicación del desarrollo teórico. Esto produce una apreciación inadecuada del valor y la vigencia que se le da a la teoría y nuevamente evidencia una necesidad de considerar las cosas en función de sí mismas".
Tanto revuelo nos saca del foco, me pregunté ¿qué tengo en común con todas las Fernandas que he sido?
Sigo siendo la que busca, sigo siendo la que encuentra, sigo siendo la que se apasiona y exige (sin pedirlo en voz alta) y observa, sigo siendo la que cambia, sigo siendo la que acepta que las cosas son como son y si me gustan me quedo y si ya no me gustan me voy. Sigo siendo la que en la superficie tiene una apariencia total de calma. Y de todas, he guardado lo aprendido, pienso y siento con la misma gravedad con la que vivo y a esta altura, no sólo eso. Después de la Gestalt vino algo más pero eso ya sería parte de otro capítulo. Por último y dentro de este vértigo, también soy la constante, cuando lo que me acompaña es flexible y lleno de posibilidades, como la Psicología.
Dedicado a Josefina, mi mejor amiga, y compañera de cada uno de los tropiezos y hazañas de estas etapas. Compañera de tesis, una de las pocas personas con la que soy capaz de discutir a morir, porque no cualquiera se gana mis discusiones orales, y con la que termino estando al final del camino, de acuerdo. Quien ha cambiado conmigo sin cambiar tanto (aclaración de fin de oración: en apariencias...).
2 comentarios:
Estos psicólogos... ¡¡Están todos rayados!! Jajaja.
Hablando en serio: Gestalt o no gestalt, psicoanálisis o no psicoanálisis, ustedes son un mal necesario.
¡Besos!
Gof.-
Goff!!!! No lo había terminado, lo iba guardando porque se iba haciendo extenso. Gracias por leerlo!
Besos
Publicar un comentario