Alquilo amores prostituídos a tres besos la hora
y a seis más abrazos el servicio completo.
Conocen uno a uno cada movimiento,
cada palabra que usted desea estar escuchando.
No se enamore de amores que abren las piernas con precio
porque hacen sólo eso: simulan estar amando.
Alquilo amores egoístas y mezquinos
de esos que tal vez encuentra en una esquina y sin costo,
los mismos que disfrazan la avaricia de amor
y esconden tras un “te quiero” la caricia que se guardan en las manos,
eso sí antes la muestran,
cómo harían sino, para dejarlos ansiosos e insatisfechos.
Alquilo amores vulgares, con condición de desencanto
tienen el alma simple, las manos simples, la mirada simple;
parece que nunca pretenden descubrir nada,
andan como si finales y principios fueran lo mismo
y no se atreven al cambio, porque un solo gesto distinto
provocaría lo que no se atreven: sentir.
Alquilo amores inmunes al amor,
convalescieron tanto que adquirieron defensas.
Son los más caros y no me mire con cara de sorpresa,
puede empeñar la vida y aún no cubre la deuda.
Estos amores pueden costarle setenta veces siete ambas mejillas
o peor aún si lo contagian con diagnóstico irreversible: inmunidad.
Alquilo amores pasajeros que buscan alojamiento.
Durante la temporada de amoríos podrá amarlos, extranjeros
permanecerán para las celebraciones del amor
en la fiesta de la esquina
y tras la primera noche de sábanas
obtienen el premio mayor: el nuevo viaje de ida.
Alquilo amores poeta a una lágrima suicida la estrofa
y a un abrazo fuerte sin fuerza la historia.
Tienen el místico romanticismo de una herida
y la combinación perfecta de entrega, misterio y huídas,
pueden saciarlo de poesías y silencios (sus otros versos).
Particularmente no los recomiendo: llegan a mitad de camino.
Alquilo amores obstinados, no aflojan y son los más baratos,
la competencia los regala, no vuelva a mirarme con cara de sorpresa,
tengo motivos para ponerles precio.
Los míos, aunque lejos, un límite tienen:
les costará corresponderlos,
buscarán, de manera insaciable, enamorarlos. Y cuando lo logran, se irán.
Los amores que alquilo no aman,
se burlan del amor reflejándolo nocturno.
Los amores que alquilo andan con ortigas en la boca
y dejan en cada lengua su sabor.
No les pague con más de lo acordado,
no me quejo de alquilar, amores decentes;
intentarán no chantajearlo y se quedarán a su lado
y usted que anda necesitado de caricias
creería, tal vez, que los ha enamorado...
(Si paga amor no correspondido y bronca
uno de mis amores le hará doble compañía.
El amor obstinado no se enamora, no lo olvide,
y a usted, acostumbrado a su insistencia,
lo invadirá la soledad).
Aquí termina mi menú de amores. Espero, esté satisfacho,
tengo suficientes para que pase el resto de su vida,
recuerde las instrucciones
son el manual para ellos y su propia sintonía
y si no encuentra acá, al amor que anda buscando,
no insista ni vaya a otra inmobiliaria,
con más o menos calidad, alquilamos los mismos.
Si no encuentra al que está buscando, desista.
El amor amante, amador y amado no se alquila,
el amor amante,amador y amado, se ama de manera
y es inevitable.
Y sólo con él, respirar, es hacer el amor todos los días.
Es el objeto del espejo que los demás reflejan nocturno
y, en realidad, envidian.
Si a ese amor lo encuentra sólo amelo
y desista de la casa de alquiler de amores
ya que en ese momento, el único pago conveniente, será recíproco;
y usted firmará el único contrato válido: con uno mismo,
como prolongación de un sentimiento eterno y único
como prolongación de una fidelidad que se extingue.
La ruina de mi compañía:
la casa de alquiler de amores
pendiendo de que usted, mi inquilino, no quiera amar.
Realizado en 1996, revisado por centésima vez en marzo del 2009.
2 comentarios:
Sin olvidar las garantías, que exigen las inmobiliarias de esos amores. En letra chica. Nos piden de a tres o cuatro. Yo, que vivo en una plaza por culpa de esos amores, recuerdo algunas noches las manchas de humedad o esa canilla que goteaba. Que eran las más lindas de todas.
He encontrado a la chica que muestra estos amores, sin mentir sobre sus metros cuadrados o el buen estado del piso. Serán los estudios en RR. HH., quizas.
Capaz que los estudios en Psicologia y el sabor de haber dado por cierto alguno de ellos.
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