lunes, 23 de abril de 2012

No podían decirse nada... el silencio sostenía las miradas y las bocas y el alma de cada uno como un puente. Dieron fe de haberlo visto los espectadores que se posaron alrededor.
No hablaron o hablaron algo, no recuerdo. Se separaron después y el silencio se hizo laaaaaaaaaaaaaaaargo.
Cada noche ella va hacia su ventana y lo ve dormir. Cada día tiene un instante minúsculo en el que él la piensa.
No se volvieron a ver pero el puente, sigue intacto.-

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