martes, 13 de octubre de 2015

"cuando voy a una ciudad por primera vez e incluso cuando vuelvo, después de no haberla visitado por un tiempo, necesito hacerla a pie. Necesito olerla, mirar a la gente que me cruzo por la calle a los ojos, como si yo misma fuera de esos perros callejeros que van eligiendo los lugares: donde habrá de echarse a dormir, donde frotará el lomo en busca de una caricia, donde pondrá los ojos largos que ponen los perros a cambio de algo para comer. Hacerla a pie para que el olor sutil de los zaguanes me lleve hasta donde habitan los fantasmas.

Y entonces las ciudades, no todas, ni siempre, empiezan a dibujarse en su propio ritmo. No la ciudad en la ciudad, sino la ciudad dentro de mí. Es ahí, cuando la ciudad, existe."

No hay comentarios: