Yo me animo, me desanimo y él viene siempre un poquito más atrás trayendo quién sabe qué tipo de semillas, si son para mi o para nadie, para nadie o para cualquiera, para cualquiera o para la próxima.
Yo me animo, me desanimo y vuelvo a empezar y él tal vez ni se ha dado cuenta de cuánto lo amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario