jueves, 6 de diciembre de 2012


Y sos el silencio y esa mirada lejana, el profundo cuidado con el que llegas a las cosas, casi en puntas de pie. Medido pero preciso como la tostada que no duda en caer siempre, del lado del dulce. Entonces tu fuerza se adivina detrás de tu calma. Y pienso: si yo te alcanzara… Ay! si yo te alcanzara… si pudieras volcarte entero en mí. 

Así llena de dudas como acostumbro a estar, dudas o certezas repentinas que duran lo que dura un instante, en cambio con vos en cada palabra, en cada beso cordial, en tu mano tocando mi hombro al cruzarnos, en una charla al azar; soy capaz de esperar porque si yo te alcanzara…. Ay! si yo te alcanzara… podría volcarme entera, por primera vez entera en vos, por primera vez entera en alguien.

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