sábado, 19 de diciembre de 2009

Para el principe es un bochorno, una mujer desnuda en medio de la fiesta

Intuirás cuando calla, cuánto grita
las notas que ahoga su falta de ilusiones;
la señil princesa de los arrebatos
que volvió por un zapato y perdió el vestido.

Puré de calabazas para callar la sed
que dejó el buen rato,
de carrozas que se hicieron perdigones
estallando en su corazón desprevenido.

Decí que aún le quedan zapatos
y siempre ha tenido escoba
para indultar de su alcoba
las buenas intenciones del amor,
que es un ingrato sin cojones.
Y el champán que sobró del brindis
lo derrama como peces por los ojos,
para pasar el rato.

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