viernes, 23 de enero de 2009

Sin nombre

No he perdido la risa
tras el manto húmedo de escarcha,
ni la luz de los ojos
en este agite del día.

He dejado olvidadas sólo algunas memorias
para que el vuelo sea más liviano,
la sangre, más pura; los gestos, más urgentes
las palabras, menos pensadas.

Y he despedido sin nostalgia
los años que se han ido, los amigos que se han ido
las noches que he pasado desvelada
contando tristezas o simples borracheras en compañía.

Y desprovista de mantos y prejuicios
despeino a la mañana
que amanece con mis ojos
viendo que un nuevo día: es un nuevo día.
Nada más y nada menos.