Zeus hizo tronar el cielo, Poseidón los mares,
Hera nos dio su casa, Deméter su fertilidad,
Hestia la generosidad para pasar primeros y
nosotros, obedientes, acudimos al encuentro.
Nos sanamos con risas y cánticos,
veneramos la amistad,
nos crecieron alas,
dimos frutos en excelencia educativa,
llenamos los bares de madrugada.
Brillamos sin que importara nuestra luz
y a cuántos alumbrara.
Desprevenidos y asegurados
adquirimos fama de pura felicidad,
de compartirnos a bocados el alma.
Nos desparramamos después,
como la misma melodía en cada versión
e imperfectos vamos los seis,
transformados y eternos en el alba:
Jimena, Gonzalo, Josefina, Laura, Fernanda y Fernanda.

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